NUEVA YORK, LA CSW68 DE LA ONU Y LAS MEXICANAS
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Por: MariRouss Villegas
Nueva York se convirtió en el punto de encuentro para feministas de todo el mundo, con valientes y decididas representantes mexicanas, mostrando una sororidad única en la CSW68.
La CSW, en su 68ª sesión, la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, fundada en 1946, brindó la mejor oportunidad para comprender la situación de las mujeres a nivel global. Desde las grandes potencias económicas como Alemania, Estados Unidos y el Reino Unido, hasta países más pequeños como Belice y Toga, se expuso una realidad alarmante: el uso de la violencia sexual como arma de guerra, la violencia contra mujeres con discapacidad, el escaso financiamiento global para proyectos liderados por mujeres, la baja participación de mujeres en el sector privado en puestos de toma de decisiones, y la situación de las mujeres indígenas. Esta reunión ofreció un panorama desolador, pero también un espacio para escuchar las voces valientes de mujeres como Olimpia Coral, Marcela Hernández Oropa, Flor Rodríguez, Andrea García León, Maryangel García Ramos, Alexia Cortez, Nadine Gasman, Paty Torres, Luisa Gándara, entre otras, que nos dan fuerza para enfrentar los desafíos que enfrentan las mujeres hoy.
Este evento ha sido una ventana hacia realidades crudas y, a menudo, silenciadas que enfrentan las mujeres en diferentes partes del mundo. Es una llamada urgente para tomar medidas concretas y efectivas para abordar problemas sistémicos que socavan los derechos y la dignidad de las mujeres. Sí, abajo el régimen patriarcal...
Durante la CSW68, se compartieron experiencias, datos impactantes y se discutieron posibles soluciones. Es un recordatorio de que la lucha por la equidad de género es una responsabilidad compartida que requiere el compromiso de gobiernos, organizaciones internacionales, sector privado y sociedad civil.
La violencia sexual como arma de guerra es un problema persistente que afecta a las mujeres en conflictos armados, donde son víctimas de violaciones y agresiones sexuales para socavar su dignidad y resistencia. Es imperativo que la comunidad internacional tome medidas urgentes para proteger a las mujeres en zonas de conflicto y responsabilizar a los perpetradores por sus crímenes.
Además, la violencia sexual contra mujeres con discapacidad es una preocupación particularmente grave y a menudo pasada por alto. Las mujeres con discapacidad enfrentan múltiples formas de discriminación y marginalización, lo que las hace aún más vulnerables a la violencia y el abuso. Es fundamental abordar esta intersección entre género y discapacidad para garantizar la protección y el bienestar de todas las mujeres.
Un desafío importante es el financiamiento insuficiente para proyectos liderados por mujeres. A pesar de los avances en la conciencia pública sobre el empoderamiento de las mujeres, sigue existiendo una brecha significativa en el financiamiento disponible para apoyar iniciativas dirigidas por ellas, lo que limita su capacidad para llevar a cabo su trabajo de manera efectiva y obstaculiza el progreso hacia la igualdad de género.
Además, la falta de representación de las mujeres en el sector privado en puestos de liderazgo y toma de decisiones es un obstáculo importante para la igualdad de género. A pesar de los esfuerzos para promover la diversidad de género en las empresas, las mujeres siguen estando subrepresentadas en las posiciones de poder y autoridad. Esto no solo perpetúa la discriminación de género en el lugar de trabajo, sino que también limita el potencial de las empresas al no aprovechar plenamente el talento y la perspectiva de las mujeres.
Las mujeres indígenas enfrentan desafíos únicos en su lucha por la igualdad de género. Marginadas y discriminadas en sus propias comunidades, luchan contra la violencia, la pobreza y la falta de acceso a oportunidades educativas y económicas. Es fundamental que se reconozcan y respeten los derechos de las mujeres indígenas y que se les brinde el apoyo necesario para que puedan alcanzar su pleno potencial.
Es importante destacar la presencia de Patricia Torres, integrante de la Coordinación General de Coordinadora Nacional de Mujeres Indígenas (CONAMI), Punto Focal del Enlace Continental de Mujeres Indígenas de las Américas (ECMIA), durante la CSW68. La agenda de las mujeres indígenas mexicanas debe ser un punto de reflexión y trabajo para todos.
Personalmente, me convocan los temas de Diversidad, Equidad e Inclusión al liderar esta área en Hogan Lovells México. Me ha honrado estar presente en la CSW68 y llevar conmigo la importante agenda de la inclusión y de las cuidadoras primarias, las mujeres que tienen la labor de cuidar a personas con discapacidad y enfermedades crónico-degenerativas. Es necesario abordar este tema en la agenda global, ya que la situación es compleja. Realidades como las de Dinamarca, Finlandia o Suecia, donde se reconocen los cuidados como una labor remunerada, deben ser tomadas en cuenta. En México y muchos otros países, esta agenda está pendiente, y es alarmante y necesario voltear con presupuesto, políticas públicas y privadas al reconocimiento de la labor de cuidados como una labor necesaria e indispensable para la sociedad.
Los días de la CSW68 nos dejan muchas lecciones, la más importante: LO MUCHO QUE HAY QUE SEGUIR TRABAJANDO POR LA AGENDA DE GÉNERO. Feministas o no, todos debemos trabajar por una sociedad más justa y equitativa.
Mari Rouss Villegas Balmori
Directora de Diversidad, Equidad e Inclusión
Hogan Lovells México
Presidenta Fundación MGAS
Abril 2024.