Galería Hilario Galguera presenta al talentoso fotógrafo Serge Barbeau

Galería Hilario Galguera presenta al talentoso fotógrafo Serge Barbeau

Galería Hilario Galguera presenta Lost and found de Serge Barbeau en el Patio Central del Hotel Mondrian / Hotel Andaz. Durante la Semana del Arte, habrá horarios extendidos de martes a domingo de 11:00 am a 5:00pm.

Por: Rosenda Ruiz

Hay una ceremonia oculta detrás de cada ceremonia. Ritos íntimos cargados de metáfora y alquimia.

La fotografía, en su esencia estética, los celebra desde la comunión entre el fotógrafo, la imagen y quien es retratado. Y cuando esta consagración sucede... se da el milagro del arte.

Serge Barbeau, en Lost and Found, nos presenta hoy su propia ceremonia- tan cautivante como honesta- que navega por las aguas del asombro y el misterio. Aquí, el fotógrafo nos introduce en ella, caminado por las grietas de diferentes ritos. En esta muestra, Barbeau -artista esencial en la fotografía de moda de los años 80 y 90s- abre un paréntesis en su trabajo con las grandes revistas de moda para ofrecer la huella más íntima y honda de su andar: la fotografía erótica. Es su más profundo homenaje al arte, cosido con el mismo hilo que la imaginación. No hay erotismo, ni arte que no luzcan la capa de la fantasía.

Pero además, dando una vuelta de tuerca, Barbeau nos ofrece un segundo ritual consagrado a su trabajo con la cámara Polaroid. La “Pola” que, desde su aura soberana, atrapa lo más audaz de las miradas, de los carmines y de los silencios. La “Pola” que lleva en sí misma algo de sagrado en la inmediatez de la imagen y en la intimidad que provoca entre la modelo y el fotógrafo. La Polaroid que, en tiempos analógicos, el fotógrafo usaba como herramienta espontánea para ver, corregir y tirar (a falta de la pantalla digital que adelantara un final), hoy alza un estandarte preciso, como resultado y producto en sí mismo. Y es gracias a ella, que Barbeau accede a la modelo, a su naturaleza. Le muestra en un instante la primera imagen, la interviene, la construye y provoca el gran momento donde ella, desde la confianza y seguridad, se funde con su lente. Es justo ahí, donde la fotografía erótica y la Polaroid se reúnen en la misma constelación de misterio, metáfora y arte.

Pero no hay ceremonia que no esté investida por el halo del enigma ni rito sorprendido por el rayo de tal o cual azar. Y Lost and Found no escapa a ello. La aparición de estas “Polas” es tan seductora como la esencia de ellas mismas. Cada una de estas 14 piezas -tomadas durante seis meses en París, en 1995- permanecieron en secreto y guardadas durante 30 años en un desván de Canadá. En una “cajita”.


En 2023, Barbeau organizaba sus archivos para su Retrospectiva, 25 años de foto de moda: París, Milán, Nueva York, inaugurada en marzo de 2024 y organizada por el Museo de la ciudad de Mérida -donde actualmente combina residencia con la selva de Francisco Uh May-. En busca de material, el fotógrafo viaja a su natal Montreal donde su contador guarda algunas de sus pertenencias. Bajando a un sótano, encuentra lo buscado: más de 50 pequeñas cajas con negativos en color. Y de ahí, el asombro nuevamente... una de las cajas era más gruesa. Aquel proyecto conjunto con el Laboratorio Picto de París -donde el fotógrafo imprimía a diario sus negativos- se abría después de tres décadas de silencio y polvo.

Era la caja que hoy nos cuenta de la potencia del arte como ceremonia. Del poder del erotismo como fantasía y metáfora. Eran las fotos “Pola” como parte del ritual que va más allá (o más acá) de la realidad y del misterio de donde nacieron. Era Lost and Found.
–Mariví Pascual

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